Sonrisas venenosas.

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Sonrisas venenosas.
Que me queman, que me queman muy dentro.

Reloj de caracol.
Estoy muy seco, no siento nada, la noche aparece y parece mas larga, el tiempo como un lento caracol.
Ya no hay en quien soñar, en quien poner la falsa esperanza, a quien escribir dolores en cortos versos, a quien poner corazones en tristes canciones.
Ya no espero con deseo la alegre llamada por que se a ido para no volver y ya e e caído en el nuevo olvido, que se vuelve mas grande con cada instante.
Mi desconocida favorita, cada vez que te pienso mas lejos nos siento. Me dueles, aun  me duelen mis piedras que no son mariposas en el estomago.

Palabras al aire.

Tuyo, David.

Por: David Lopera Naranjo. Todos los derechos reservados.